Así soy yo

Mi foto
Con mi reciente viaje a Salvador de Bahía en Brasil me entusiasmó la idea de crear un blog para no solo mostrar sus encantos en las fotografías sino también relatar lo que significó para mí este viaje a los recuerdos tras 4 años desde mi última visita.

sábado, 21 de agosto de 2010

O Pelô






Habiendo vivido 2 años en Salvador no es que haya visitado cada rincón de la ciudad pero la verdad es que pude visitar muchos de los lugares que toda persona que va de visita debe conocer y los más escondidos también. Aún así puse en mi lista de deseos volver a visitar algunos de esos lugares que marcaron mis 15 para además poder darme el gusto de fotografiarlos. La verdad es que no me puedo quejar, fui tratada como una princesa y mi lista de deseos fue completada. Las madres me trataron como una más de la familia recibiéndome con grandes abrazos y comidas para chuparse los dedos, las mascotas posaron felizmente para mi, l@s amig@s fueron como herman@s compartiendo cada segundo del día para ponernos al corriente del tiempo estando lejos y los nuevos conocidos, personas con encanto curiosas por mí ya planeando para el próximo viaje y poder conocernos más aún.

La ciudad no ha sufrido grandes cambios desde mi partida, puede que más edificios, más tráfico y más centros comerciales, pero el resto igual. Al centro histórico se le llama Pelourinho y el barrio se caracteriza por su arquitectura colonial barroca portuguesa, que le permite formar parte del Patrimonio Histórico de la UNESCO, aunque últimamente no se encuentra tan bien conservado, el tiempo y el salitre hacen que cada vez sea mas apreciable su desgaste. Era un barrio residencial, donde se concentraban las mejores casas, pero apartir de la década de 1960 con la modernización de la ciudad se transformó en un antro de prostitución y marginalidad. En la década de 1980 (con el reconocimiento del lugar como patrimonio de la humanidad por la UNESCO) y en la década de 1980 (con la revitalización a partir de la expropiación de viviendas por parte del Estado), el Pelourinho se transformó en lo que es hoy: un importante polo cultural de la ciudad de Salvador.

Fue aquí donde Michael Jackson cantó y donde la famosa banda Olodum canta, baila y ensaya con sus trenzas y tambores.

Espero que con el próximo mundial de fútbol en 2014 que se celebrará en Brasil, Salvador vuelva a recuperar sus fachadas aún más brillantes y coloridas para no perder este fantástico paisaje.

martes, 3 de agosto de 2010

Despertar y mirar por la ventana

http://www.vivagula.com.br
http://www.vivagula.com.br/produto.asp?prodId=90
"Escondidinho" con los colores de la bandera de Brasil




Tres hermosuras me esperaban en el aeropuerto con sonrisas, abrazos y besos. Todas hablando a la vez y riendo y yo ya con los ojos medio cerrados por el cansancio y un hambre de leona nos fuimos a casa. Llovía tanto que era casi imposible ver la calle, pero no me importaba, era de noche y al fin y al cabo había vuelto! ¿Qué más podía pedir?
No puedo recordar con exactitud qué fue lo que hice en cada uno de los 24 días que estuve en Brasil pero sé que al levantarme cada mañana lo primero que hacía era mirar por la ventana, me maravillaba el simple hecho de volver a ver aquel paisaje, esa luz matinal y el sonido vacío del mar a los lejos. Después me encargaba de despertar a la marmota que tengo como amiga (L) para bajar a desayunar. Pequeños detalles que han tenido conmigo han sido los que mas me han alegrado, no hay necesidad de grandes lujos ni fiestas desorbitadas, a veces solo el estar con esas personas basta.
Pude compartir meriendas con graaandes trozos de pastel a un precio ridículo, comidas hechas en casa inspiradas en la bandera de Brasil para animar los partidos de la copa, paseos recorriendo historia y muchas, pero que muchas fotos.

-
Treis belezas estavam me esperando no aeroporto com sorrisos, abraços e beijos. Todas falando na mesam hora e rindo e eu com os olhos meio fechados pelo cansanço e uma fome de leoa fomos pra casa. Chovía tanto que era quase impossivel ver a estrada, mas não importava, era de noite e no final das contas tinha voltado! O que mais eu podia pedir?
Não posso lembrar com detalhes o que foi que fiz cada um dos 24 dias que estive no Brasil, mas sei que cada dia de manhã o primeiro que fazia era olhar pela janela. Ficava maravilhada com o simples fato de ver denovo aquela paissagem, aquela luz matinal e o som surdo do mar distante. Depois me encarregava de acordar a marmota que tenho como amiga (L) pra descer e tomar café. Pequenos detalhes que tiveram comigo foram os que mais me alegraram, não tem necesidade que grandes luxos nem festas desorbitadas, as veces só estar com as pessoas basta.
Pude compartilhar comidas com fatias gigaaantes de torta por um preço ridículo, receitas feitas em casa inspiradas na bandeira do Brasil pra animar os partidos da copa, passeios recorrendo historia e muitas, mas muitas fotos.